Noticia / Policiales / Por Fabián Seidán*. Estudiantes de una escuela del nivel secundario de Concepción fueron estafados por el dueño de un salón de fiestas. Se quedaron sin la celbración de egresados y sin la plata invertida.
Egresados de una escuela secundaria de Concepción, al sur de la provincia, vivieron una de pesadilla al descubrir que habían sido estafados con la organización de la cena por la cual ya habían terminado de pagar hasta la última tarjeta.
El hecho ocurrió el viernes pasado, en el salón “Rancho Bulacios”, donde todo debía ser una fiesta y terminó con gente llorando de amargura.
Nadie se percató de la estafa
Los egresados de la Escuela Juan Carlos Ferro llegaron al salón para la cena y baile con sus seres queridos, cuando vieron la puerta cerrada, sin sillas, mesas, manteles, decoración, nada de música y ni un solo mozo.
Luego de un año completo de vender rifas, ahorro y sacrificio para poder costear la cena, se dieron cuenta que habían sido estafados.
La ñata contra el vidrio
A través de los cristales, los chicos divisaron una escena lamentable: los centros de mesa diseñados por ellos mismos estaban tirados en el suelo, desordenados, reflejando el abandono y la desidia del lugar.
La estafa no solo fue emocional, sino también económica.
En total, los alumnos habían abonado 104 tarjetas destinadas a familiares y amigos, lo que representa una suma superior a los 5 millones de pesos.
Los padres lograron dar con el encargado del salón, quien informó que el administrador y dueño del lugar, Miguel Ocampo, se encontraba desaparecido.
Promesas de reprogramación de la fiesta
Luego surgieron versiones sobre la posible venta de un vehículo, por parte de la madre del acusado, para intentar devolver el dinero a los damnificados. pero después todo se diluyó y desaparecieron también lo que intentaban dar algún tipo de solución.
Una noche que debía ser inolvidable para los egresados, lo fue; pero porque terminaron en una comisaría de la zona radicando una denuncia.
- Periodista