Letras de Fuego / Comentario / Por Inés Cortón para Diario Cuarto Poder*. Compartimos el artículo en relación al libro de cuentos “La abominación de los espejos”, del escritor tucumano Manuel Ernesto Rivas.
El 2º Encuentro Nacional de Escritores del Sol Las Talitas, del pasado 11 de septiembre, me dio la oportunidad de acercarme a reconocidos escritores de Tucumán y la región. Y como es esperado, para quienes amamos la escritura y deseamos que se reconozca a aquellos autores noveles y a sus primeras obras, traje conmigo unos cuantos libros recién editados de escritores queridos y admirados.
Cuentos, novelas, poemas y biografías noveladas, engrosaron el peso de mi valija. Hoy puedo decir que no solo eso, la lectura ha enriquecido con creces mis expectativas. Entre los títulos, se encuentra “La abominación de los espejos” de Manuel Ernesto Rivas, editado por el Fondo Editorial Aconquija.

Esta tercera obra narrativa, después de “Los guantes amarillos” y “La fuente de Medusa”, reúne 19 cuentos de variada temática. Sin embargo, es necesario comenzar por el cuento que da título al libro y que nos lleva directamente a Jorge Luis Borges. No solo a su obra, no solo a sus temas, no solo a sus símbolos, sino de una manera muy borgeana, a la misma identidad de Borges. El espejo, ese símbolo tan especial, tan repetido en los sentimientos de aquel, desconcierta al narrador, quien es ahora el mismo Borges. Y, como en cada cuento, el inesperado final permite al lector quedar sorprendido y suspendido en el tiempo.
Así podríamos seguir comentando cuento por cuento. En cada uno, algo nos lleva a la idea de intertextualidad. Reconocemos en detalles a autores o a obras que han dejado su huella en la escritura de Rivas. Lo que lleva no solo a pensar en ese otro texto, sino a verificar las diferencias; me refiero al aspecto creativo de su texto, respecto del citado.
Resulta muy interesante reconocer en los nombres de algunos de los personajes, el de sus propios amigos y escritores cercanos. Estos guiños, a quienes lo reconocemos, nos deja en un lugar especial, como lectores. Y nos lleva nuevamente al juego literario de Borges quien incluía nombres de amigos y conocidos en sus obras literarias, a menudo de manera alegórica o simbólica. Tal el de Bioy Casares en el cuento “El Aleph”.
Y, así, recorriendo cada cuento, nos impactan no solo los temas, su tratamiento y los inesperados finales, como el de “La página en blanco”, sino la elección de insospechados personajes. Así puede llevarnos desde cuentos que nos dejan una sonrisa a aquellos de altísimo grado de sensibilidad como “El pie izquierdo”.
Manuel Rivas es un escritor que puede asombrarnos y emocionarnos tanto desde la narrativa como desde la poesía. Lo comprobamos en cada nueva obra.
Ha sido un verdadero placer leer “La abominación de los espejos”.
*Docente, escritora y gestora cultural.


