Nota de tapa: La negligencia de Campero

Tapa-Diario Cuarto Poder edición-impresa semanal 15-11
Tapa-Diario Cuarto Poder edición-impresa semanal 15-11

La tragedia que ocasionó la caída de un eucalipto bicentenario en la avenida Solano Vera al 1000, parece no encontrar responsables que se hagan cargo. Pese a ello, en los últimos días surgieron los mensajes de una vecina que solicitó cuatro veces a través de una página del Facebook una solución.

“No hay un reclamo formal. Desde que asumí la intendencia, cuento con un equipo que se encarga de la comunicación, en el marco del gobierno abierto que pretendemos”, esa fue parte de la explicación que dio el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, al trascender que una vecina hizo cuatro reclamos, vía redes sociales, sobre la peligrosidad del añoso eucalipto, que finalmente se desplomó sobre una combi que trasladaba al pequeño Gustavo Guerrero camino al jardín de infantes.
“No sé quién o quiénes atendieron estas solicitudes y no las enviaron dónde correspondía. Tampoco voy a indagar en ese tema. Me hago cargo y nos estamos haciendo cargo”, sostenía Campero ante el pedido de explicaciones que le formulaban los medios de prensa luego de la tragedia que se llevó la vida del niño el viernes pasado en avenida Solano Vera al 1000. Con esa actitud está lejos de hacerse cargo de la prevención, porque no busca a los responsables de la negligencia que ocasionó semejante daño. Sólo se hace cargo de las consecuencias de esa inacción fatal.
Lo cierto es que los pedidos existieron y que la vecina, que fue identificada con el nombre de Luciana Córdoba, envió sendos mensajes el 8 de enero, el 9 de febrero, el 18 de agosto y el 9 de setiembre. Su reclamo comenzó luego de que una lluvia estival provocara la inclinación del árbol, de unos 50 metros de altura, generando la consiguiente preocupación ante una posible caída y ante la imposibilidad de podarlo sin contar con el auxilio de una grúa o personal especializado.
Las motosierras recién aparecieron para dar cuenta del ejemplar, cuando ya había causado el irreparable daño de la pérdida de una vida. El árbol, en toda su extensión, ocupó toda la calzada, aplastó el vehículo en el que se transportaba el niño y que era conducido por Domingo Martín Cansino, y afectó con sus ramas la circulación de Jorge Guerrero, que se conducía en una motocicleta.

Explicaciones encontradas
La postura de Campero en torno a la inexistencia de un pedido formal, choca con la explicación dada por el propio intendente sobre la modalidad de trabajo de quienes recepcionan los pedidos a través de la página de Facebook. “La instrucción que tienen quienes trabajan en esa área es que deriven los mensajes a la Oficina de Atención al Vecino. De allí son canalizados a la Secretaría que corresponda”, sostuvo el titular del Ejecutivo de la “Ciudad Jardín”.
Por otra parte, el secretario de Servicios Públicos y Ambiente, Hernán Macedo, sostuvo que el área a su cargo recibe unos 30 pedidos semanales de los cuales se responde a unos 25, con un total de cuatro cuadrillas asignadas a esa responsabilidad. Desde enero a la fecha, si se hubiera puesto en práctica la metodología de trabajo expuesta por Campero, las cuadrillas hubieran tenido todo el tiempo del mundo para dar cuenta del añoso eucalipto, al que le calcularon una edad cercana a los 200 años.
La negligencia con la que actuaron las autoridades se potencia, toda vez que la vecina en cuestión, no sólo realizó pedidos sino que también envió dos fotografías en las que se nota claramente el nivel peligroso de inclinación que tenía el árbol.
Hasta en el último mensaje se sugirió que si era necesario los vecinos cortarían la calle para reclamar, lo que tampoco fue observado por el municipio.
Más allá de las explicaciones y argumentaciones que se pudieran dar, el daño que se generó a la familia Guerrero, con la pérdida de su hijo, no podrá ser reparado de ningún modo.
Los vecinos de Yerba Buena y los tucumanos, no salen de su consternación. La comunidad toda parece estar dolorida por la tragedia, muy alejada de aquella sordera del gobierno que podría haber evitado ese desenlace. El árbol estaba condenado a caer, y el destino quiso que lo hiciera sobre ese transporte escolar.

Comments

Comentarios