A pedido de Teresa Parodi, Liliana Herrero cantó la canción que -dijo- le gustaba a Carlos Zannini. “Nunca te entregues, ni te apartes, junto al camino nunca digas no puedo más y aquí me quedo”, se oyó desgarrada la voz de la cantante sobre el viento frío que soplaba en el playón del Club Ferrocarril Oeste. Ya pasaba la medianoche y arrancaba el domingo 10 de diciembre cuando entonó “Palabras para Julia” que dice que “la vida es bella, ya verás cómo a pesar de los pesares tendrás amigos, tendrás amor” y “otros esperan que resista, que les ayude tu alegría”. Abajo del escenario los hijos de Carlos “Chino” Zannini, Franco y Francisco Zannini, recibían abrazos y saludos para su padre, a quien contaban aún no habían podido ver, que sólo uno de los hermanos había podido, que estaba en el hospital y que volverían hoy a Ezeiza para intentar hacerle una visita. “Está fuerte”, repetían los dos como antes ya había dicho Francisco al hablar en público.

Parado junto a Oscar Parrilli, quien también está procesado pero sin prisión preventiva por el Memorándum de Entendimiento con Irán, en la misma causa por la que el jueves el juez Claudio Bonadio ordenó detener a Zannini y a Héctor Timerman y pidió el desafuero de Cristina Kirchner para poder detenerla, Francisco habló emocionado: “Nosotros vamos a salir a hablar, no nos van a callar, nos van a tener que escuchar, en todos lados, en los medios populares, en las cooperativas, no vamos a ir a la corporación”.

Mientras sobre la pared de la derecha unas cien personas hacían cola para comprar un choripán o una hamburguesa, el hijo de Zannini contó que después del traslado desde Santa Cruz, este sábado un integrante de su familia (otro de los hermanos, no presente en el club) había podido ver al ex Secretario de Legal y Técnica. “Estuvimos en el bello barrio de Ezeiza”, ironizó, y agregó que su padre “es el tipo con más fuerza que conocemos, incluso el abogado que lleva su causa está sorprendido, anonadado de la fuerza que tiene este tipo que está en un cuarto que es de un paso para la derecha y cuatro pasos para la izquierda y se acaba el cuarto”.

Varias veces lo aplaudieron, más cuando dijo que Carlos Zannini “está convencido de que lo que hizo es lo correcto y que la detención es una injusticia”. Y transmitió el mensaje de su padre: “Dice que la infamia que estamos viviendo va a ocupar una sola hoja de la infamia universal porque en la historia van a quedar las reformas laborales, las reformas tributarias. Tenemos que unificarnos para defender al pueblo de esas reformas, la detención de nuestro viejo es solo una excusa par ir detrás de Cristina, tenemos que sostener a la compañera Cristina que es la única que va a hacer la defensa política de estas detenciones ilegales, es la única capaz de hacer una defensa política real, hay que bancar a la compañera Cristina y a toda su familia”.

Después Francisco Zannini se solidarizó “con todos los presos políticos, Milagro Sala, todos los imputados en el mamarracho que hizo Bonadio”, también habló de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, muertos en el sur, y le agradeció a Parrilli que lo abrazó junto a Parodi, ex ministra de Cultura de Cristina y una de las figuras fuertes del Instituto Patria. “Reivindicamos a los compañeros que como Carlos Zannini jamás traicionaron nuestros ideales”, dijo la cantante y encomendó a los hijos de “El Chino” que le lleven “un fuerte abrazo” además de lo elogiar varias veces.

Después habló Parrilli, contó cómo conoció al ex funcionario detenido y no esquivó su complicada situación sobre la que hasta hizo bromas charlando entre las mesas: “Estoy en la lista, lo sabemos. Carlos lo sabía, estaba preparado”, señaló y justificó las detenciones en “las transformaciones” de los doce años de gobierno K. “Somos delincuentes por ser kirchneristas. No es Bonadio o Macri, hay un plan en América latina de destruir los movimiento populares que transformaron la región”. Y también mencionó a otros detenidos del gobierno K: “No quiero olvidarme de otros compañeros como Amado Boudou, Julio De Vido, Milagro Sala, Roberto Baratta y Luis D’ Elia”. Anotación al margen: no mencionó a Lázaro Báez ni a César Milani.

A $ 200 la entrada, en esta segunda peña del Instituto Patria (la primera fue en diciembre del año pasado), el anfitrión volvió a ser Parrilli, ex secretario general de la Presidencia y ex titular de la Secretaría de Inteligencia, hoy coordinador del búnker cristinista. Reveló que después de las detenciones del jueves analizaron suspender la peña, organizada para recaudar fondos y que incluyó shows de Horacio Fontova, el humorista El Peroncho y una murga, entre otras presentaciones. “Charlamos… ¿hacemos la peña o no? Lo hablé incluso con Patricia, la esposa de Carlos, lo conversé con Cristina y decidimos hacerla porque hoy más que nunca tenemos que estar juntos, tenemos que defender nuestras convicciones, vamos a luchar para que liberen a los presos políticos de Macri, vamos a luchar por volver en 2019. No aflojamos, no nos vamos a dejar vencer, vamos a seguir con alegría y mística”, trató de animar a los presentes que por momentos aplaudían con ganas, que cantaron de pie y con los dedos en V el Himno Nacional Argentino cuando el reloj marcó las 12 y hasta la Marcha Peronista completa. Aunque por momentos, por el frío, o por algunos tangos melancólicos o por las sucesivas detenciones del entorno más estrecho del matrimonio de Néstor y Cristina, mostraron menos calidez y menos alegría que en la fiesta anterior, un año antes de la derrota de Cristina en las urnas. Aquel diciembre del 2016 la fiesta terminó a puro baile, incluso con Parrilli en el medio de la pista. Un año después la peña fue una acto para “bancar” a Zannini y los Kirchner.

Fuente: Infobae

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