El conjunto tucumano retornó al país y tendrá una semana de descanso para afrontar la revancha el jueves en su estadio.

Atlético Tucumán observa el futuro con optimismo. A pesar de la derrota en el partido de ida ante Junior, tiene motivos para ilusionarse, dar vuelta la llave y llegar a la fase de grupos. El plantel ya está en la capital tucumana. El jueves, después del encuentro, emprendió el viaje de regreso en un chárter de la empresa Andes. Tras una escala en Iquitos, Perú, llegó a Tucumán poco después de las siete de la mañana. Los jugadores quedaron libres por la mañana y reanudaron los entrenamientos a partir de las 17.30 en el Complejo Deportivo. Con este panorama, el Decano tiene al menos cinco razones para lograr el objetivo.

1) El equipo. En su primera experiencia internacional, Atlético está a la altura de las circunstancias. Se mostró sólido en Quito en la adversidad y mantuvo una buena estructura en Cartagena a pesar de la derrota. El arquero Christian Lucchetti y los centrales demuestran mucha firmeza y del medio hacia arriba se las arreglan para generar situaciones de gol. Además, casi no tiene lesionados y si bien Lucchetti e Ignacio Canuto están jugando infiltrados, en la cancha no se nota. La convivencia aparenta ser buena y los jugadores tienen ganas de seguir haciendo historia. Es un punto extra.

2) La economía. El dirigencia, si bien no tira manteca al techo, está el día. El club no tiene deudas, los jugadores cobran puntualmente, incluso los premios. Son los primeros interesados en entrar a la fase de grupos porque les permitirá seguir creciendo deportivamente.

3) La localía. El jueves, en Cartagena, el ambiente fue neutro. Hubo muy poca gente en el estadio. En cambio, el Monumental será un hervidero el próximo jueves. La primera experiencia ya pasó, ante El Nacional. El empate se debió a errores propios y ya aprendieron la lección. Pero el rival, Junior, inevitablemente sentirá esa presión de la gente local.

4) El clima. Calor y humedad fueron los denominadores comunes en Cartagena. Pero a la hora del partido, 17.15 local, la brisa que corría lo hizo más tolerable. Mucho más en el segundo tiempo. En Tucumán, si no hay lluvias, a la hora del partido la temperatura será elevada y, además, generalmente no corre ni una gota de aire.

5) El descanso. Esta semana el Decano tiene tiempo para descansar, después de haber recorrido casi 30 mil kilómetros en nueve días. La demora en la reanudación del campeoanto de alguna manera lo benefició. No tiene doble competencia. En cambio, Junior juega mañana con Alianza Petrolera, por la cuarta fecha de la liga colombiana. Pero como para el equipo de Barranquilla también es importante pasar a la fase de grupos, el técnico Alberto Gamero presentará un equipo alternativo.

Fuente: Clarín

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