La policía británica confirmó que la explosión ocurrida anoche durante un concierto de la cantante Ariana Grande en Manchester fue un atentado perpetuado por un solo atacante, quien murió por la explosión, aunque siguen intentando determinar si actuó en solitario o si recibió ayuda, según explicó el jefe de la policía de Manchester, Ian Hopkins.

El atacante habría muerto tras activar una bomba casera al final del recital, agregó el funcionario sin ofrecer más información sobre el supuesto autor del ataque.

La policía de Manchester difundió en el último parte que entre las 22 víctimas mortales había menores. El servicio de ambulancias local informó que fueron trasladadas 59 personas hasta hospitales y señaló que varios “heridos que podían caminar” habían sido atendidos en el lugar.

Patrulleros, equipos de expertos en explosivos y 60 ambulancias acudieron al lugar. Unos 400 agentes se movilizaron durante la noche para colaborar en la investigación.

“Gestionamos esto como un incidente terrorista hasta que tengamos información en otro sentido”, dijo Ian Hopkins. La premier británica, Theresa May, atribuyó la situación a un atentado terrorista mediante un comunicado en el que brindó sus condolencias a las familias de las víctimas.

Hubo escenas de pánico tras la explosión, que ocurrió en torno a las 22:30, hora local, cuando Grande finalizaba el recital, dentro de su gira Dangerous Woman.

La cantante, quien no resultó herida, tuiteó horas más tarde: “Rota. Desde el fondo de mi corazón, lo siento mucho. No tengo palabras”.

El estadio indicó en su sitio web que la explosión se produjo fuera del recinto cuando los asistentes empezaban a marcharse. Algunos testigos dijeron que había tenido lugar en el vestíbulo del estadio justo al final del concierto.

Evie Brewster, que asistió al concierto, le dijo al diario Daily Mail: “Ariana Grande acababa de terminar su última canción y había dejado el escenario cuando se escuchó una enorme explosión. De repente todos empezaron a gritar y a correr hacia la salida”.

Oliver Jones, de 17 años, estuvo en el concierto con su hermana de 19 años.”Yo estaba en el baño y oí un golpe justo después de que el concierto había terminado y la gente había empezado a salir. Vi gente corriendo y gritando hacia una dirección y luego muchos se volteaban para correr hacia atrás, dijo a The Guardian.

Debido a los incidentes, las autoridades clausuraron la estación Victoria, cercana al Manchester Arena.

Fuente: La Nación

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