Un logro del Enard: el oro olímpico de los Leones en Río 2016.

Las nuevas medidas que impulsa el gobierno prevé derogar la ley que le otorga el 1% de la facturación de la telefonía móvil.

El mundo deportivo está consternado como nunca lo estuvo desde la promulgación de la ley 26.573, en diciembre de 2009. La norma creó el Ente Nacional de Alto Rendimiento ( Enard ) y el financiamiento a éste con un impuesto de 1% a la facturación de la telefonía móvil. Esto permitió sostener económicamente a deportistas de alto rendimiento, que en los últimos Juegos Olímpicos nutrieron a la Argentina de tres medallas doradas (Los Leones en hockey, Santiago Lange y Cecilia Carranza en vela, y Paula Pareto en judo).

La opinión en el grupo de WhatsApp que reúne a los principales referentes del deporte argentino, algunos medallistas retirados y jóvenes consagrados de ahora, es unánime: todos están en desacuerdo con la derogación del impuesto y están “asustados” con el proyecto de reforma tributaria impulsado por el gobierno nacional que fue enviado a la Cámara de Diputados. El artículo 124, que consta de una sola línea, dice: “Derógase el inciso a del artículo 39 de la ley 26.573”. Es decir, se quitaría el impuesto de 1% a las comunicación por celulares y que en 2017 implicó para el Enard cerca de 680 millones de pesos. Dirigentes y atletas fueron advertidos por primera vez sobre el proyecto recién en el atardecer del jueves.

Cuando por primera vez existió el rumor de que esto podía ocurrir, luego de trascender una serie de recomendaciones de la fundación FIEL al gobierno. en febrero pasado, el entonces ministro de Educación y Deporte, Esteban Bullrich , respondió: “Hay que quedarse tranquilo. Es algo que no pasa por la cabeza de ninguno de los funcionarios del gobierno”. Pero nueve meses después la idea sí es impulsada por funcionarios del Ministerio de Hacienda. Fuentes de ese organismo aseguraron que en 2018 el Enard será financiado desde las arcas del Estado y que para eso se modificará la ley de presupuesto, que no contemplaba el gasto. A su vez, afirmaron que el monto será equivalente al del tributo a la telefonía móvil.

El Enard es un organismo autárquico que funciona como una sociedad entre el Comité Olímpico Argentino (COA) y la Secretaría de Deporte . Su presidencia se alterna entre el titular del COA y el secretario de Deporte, y su financiamiento es independiente del gobierno de turno, dado que la recaudación de ese impuesto es destinada directamente al Ente. Si se aprueba la reforma que impulsa el gobierno, será el Tesoro el que asignará el dinero a la Secretaría y luego ésta lo transferirá al Enard. Gerardo Werthein, presidente del COA y uno de los principales promotores de la ley del Enard, sostuvo: “No estamos de acuerdo con la reforma. El Enard es un buen ejemplo de gestión y buena gobernanza y cubre en tiempo y forma las necesidades de los atletas”. Y en cuanto a la dependencia presupuestaria de la Secretaría, añadió: “El Enard es de los atletas. No puede ser un apéndice del Estado. Sería una mala decisión”. Además, especificó que el COA, por los estatutos del Comité Olímpico Internacional (COI), no puede formar parte de un ente dependiente del Estado.

Por su parte, Javier Mac Allister , el titular de la Secretaría de Deporte, que ahora depende de la Secretaría General de la Presidencia y ya no del Ministerio de Educación, expresó : “Lo importante es que no está en tela de juicio si el Enard va a continuar o no. El Estado, a través de eliminar impuestos, busca motorizar la economía”. Aseguró que la “financiación será del Estado” y desestimó que el Ente vaya a perder independencia: “No lo veo así”. A su vez, elogió la función de Werthein e indicó que tampoco cambiará su liderazgo.

Y en cuanto a la posibilidad de que el Enard pierda la agilidad que lo caracteriza hoy respecto a cuando el prespuesto era administrado por la Secretaría, expresó: “No va a cambiar ni a tener la impronta del Estado en cuanto a la burocracia. El Enard seguirá haciendo una compulsa de precios y no una licitación, como las que hace la Secretaría”. Esto último generó, por ejemplo, previamente a la ley del Enard, que algunos deportistas reembolsaran gastos por viajes un año después del evento deportivo. Sobre si acuerda con la reforma impulsada por el gobierno, Mac Allister afirmó: “No se trata de si estoy de acuerdo o en desacuerdo”. Y aclaró en cuanto a la norma: “Si avanza, todavía hay que discutirla”.

El recorte presupuestario, la pérdida de autonomía y la posibilidad de que el Enard sea un esclavo político del gobierno de turno son los principales temores de los dirigentes deportivos que fueron consultados  y que prefirieron el anonimato a la espera de una solución.

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